Un reciente estudio publicado en Nature Medicine ha revelado un hallazgo alarmante: los microplásticos en el cerebro y nanoplásticos se acumulan a niveles significativamente más altos en el cerebro humano que en otros órganos como el hígado o los riñones. En Info Medicina, analizamos este descubrimiento que plantea importantes preguntas sobre las posibles consecuencias de la exposición a estas pequeñas partículas plásticas, cuya presencia en el medio ambiente y en nuestros cuerpos ha aumentado exponencialmente en las últimas décadas.
Microplásticos en el cerebro: un problema que comienza en el medio ambiente
¿Qué son los microplásticos y nanoplásticos?
Los microplásticos, definidos como partículas de plástico de menos de 5 milímetros, y los nanoplásticos, aún más pequeños (de 1 a 1000 nanómetros), provienen de la descomposición de productos plásticos más grandes. Actualmente, la producción global de plástico supera los 300 millones de toneladas anuales, con millones de toneladas acumulándose en los ecosistemas terrestres y marinos. Estos materiales no solo contaminan el medio ambiente, sino que también ingresan en nuestras cadenas alimenticias y, eventualmente, en nuestros cuerpos.
Estudios previos han detectado microplásticos en animales marinos, alimentos de consumo humano, pulmones, placenta y vasos sanguíneos. Sin embargo, el nuevo estudio marca un hito al demostrar que estas partículas también pueden atravesar la barrera hematoencefálica, un filtro que protege el cerebro de sustancias nocivas en el torrente sanguíneo.
Microplásticos en el cerebro: el hallazgo
Comparativa entre órganos
El equipo de investigación examinó muestras de cerebro, hígado y riñón de personas fallecidas en los años 2016 y 2024. Los resultados fueron impactantes: las concentraciones de microplásticos en el cerebro y nanoplásticos eran entre 7 y 30 veces más altas que en los otros órganos. Además, se observó un incremento del 50% en la cantidad de estas partículas en los tejidos analizados entre 2016 y 2024, lo que refleja el aumento de la contaminación ambiental y la exposición humana.
Tipos de microplásticos encontrados en el cerebro humano
La mayoría de los microplásticos en el cerebro encontrados eran fragmentos de polietileno, un material común en envases plásticos. Este tipo de plástico parece acumularse en el cerebro debido a su afinidad con los tejidos grasos, que representan aproximadamente el 60% de la composición cerebral.

Relación de los microplásticos en el cerebro con la demencia y otras condiciones
Relación con la demencia
Uno de los hallazgos más intrigantes del estudio fue que los cerebros de personas diagnosticadas con demencia contenían entre tres y cinco veces más microplásticos que los cerebros de individuos sin esta condición. Aunque esto podría sugerir una asociación, los investigadores enfatizan que no hay evidencia suficiente para afirmar que los microplásticos en el cerebro causen demencia. Es posible que la acumulación sea una consecuencia de la enfermedad, debido a un deterioro en la función de la barrera hematoencefálica en pacientes con demencia.
Posibles efectos de los microplásticos en el cerebro en la salud
Evidencia en humanos y observaciones en modelos animales
A pesar de los avances en la detección de microplásticos en el cerebro, sus efectos sobre la salud humana aún son poco comprendidos. Estudios en animales han demostrado que estas partículas pueden causar daño oxidativo y envejecimiento prematuro del cerebro. En ratones, se ha observado que las células inmunitarias del cerebro pueden engullir microplásticos, formando grupos que podrían obstruir el flujo sanguíneo cerebral. Sin embargo, se necesitan más estudios para entender cómo estos mecanismos se trasladan a los humanos.
Microplásticos en el cerebro: ¿qué podemos hacer?
Acciones individuales
Aunque es imposible eliminar completamente la exposición a los microplásticos en el cerebro, hay medidas que pueden ayudar a minimizarla. Reducir el uso de plásticos desechables, ventilar bien los espacios interiores y evitar productos cosméticos que contengan microplásticos son algunas de las acciones recomendadas por los expertos.
Innovaciones tecnológicas
Los científicos están investigando soluciones innovadoras, como el uso de gusanos, hongos y microbios para degradar los plásticos, así como filtros para eliminar estas partículas del agua potable.
Un futuro incierto sobre los microplásticos en el cerebro
El descubrimiento de microplásticos en el cerebro subraya la urgencia de abordar la contaminación plástica de manera integral. Mientras los investigadores continúan explorando los impactos de estas partículas en la salud humana, la sociedad enfrenta el desafío de reducir su dependencia del plástico y mitigar los riesgos asociados. Como afirma uno de los autores del estudio, “Aunque dejáramos de producir plásticos hoy, el mundo seguiría lleno de microplásticos durante generaciones”.